viernes, 26 de agosto de 2016

Poe. el escritor del terror


Se entregó solitario a su complejo
Destino de inventor de pesadillas
Quizá, del otro lado de la muerte,
Siga erigiendo solitario y fuerte
Esplendidas y atroces maravillas.
Jorge Luis Borges



                  Edgard Allan Poe (1809-1849)

Poe se nos ofrece a través de distintos daguerrotipos de la época, siempre con gesto melancólico, jamás con una sonrisa o con expresión afable porque, desde la infancia, tuvo desdichas y su mundo interior era tan terrible como los cuentos que escribía. 

Trató de ganarse la vida como escritor, pero las editoriales lo explotaron comercialmente, subestimaron su obra influenciados por la presencia de ese hombrecito que se les presentaba tímido, desaliñado y con mirada triste. Tenían ante sí a uno de los más grandes cuentistas de los Estados Unidos, al inventor de la novela policial, al que desarrolló el suspenso mucho antes de que se inventara la palabra psycho-thriller y al autor de poemas de notable belleza. No lo entendieron, lo consideraron un poeta menor y le pagaron sumas miserables que lo convirtieron poco menos que un mendigo que terminaría buscando consuelo en el lento suicido del alcohol.

Pero había otro Poe, el que en circunstancias ordinarias podía ser una excelente compañía, que hablaba de literatura con brillante elocuencia y conocimiento y leía sus poemas con voz agradable.

Edgar Allan Poe nació en Boston en 1809, pero salvo un breve período en Inglaterra, la mayor parte de su vida transcurrió en el sur hostil y racista de los Estados Unidos, donde imperaba la esclavitud. Quedaba por delante casi medio siglo para que la Guerra de Secesión terminara con ese estigma.

El hogar de los Poe era francamente disfuncional. Sus progenitores, actores trotamundos, no figuraban en su memoria, ya que el padre alcohólico abandonó a los suyos y desapareció del mundo sin dejar rastros. En cuanto a su madre, falleció cuando él tenía sólo 2 años.

Edgar fue adoptado por una familia, los Allan, en la ciudad de Richmond, estado de Virginia, quienes si no le ofrecieron afecto adecuado, al menos le brindaron educación en una escuela privada de las afueras de Londres. Cinco años después, la familia regresó a Richmond y Edgar continuó sus estudios en escuelas locales.

Durante ese período, uno de sus compañeros lo llevó a su casa y le presentó a su bella y joven madre, de la cual Edgar se enamoró de inmediato. Fue una relación platónica, ya que acudía a ella en momentos de desasosiego, en busca de la madre ausente. El vínculo resultó efímero porque, apenas pasado el año, Jane Stannard falleció y fue una de las varias mujeres que, al cruzarse en su vida, escaparon del olvido perpetuadas en hermosos poemas.

              Jane Stannard. Poe le dedicó en 1831 el poema To Hellen.

A sus 17 años, el señor Allan lo envió a la Universidad de Virginia, pero no fue un período feliz para Edgar. Su padre adoptivo le retaceaba los fondos y se transformó en un joven pobre rodeado de compañeros ricos, hijos de hacendados que poseían plantaciones de algodón, que amasaron sus fortunas gracias al látigo y al sudor de los esclavos negros. Edgar buscó la salida económica de la peor forma: el juego, entrando en un círculo vicioso de deudas y empobrecimiento, lo que lo condujo por el camino del alcohol.

Con los bolsillos vacíos, se alistó durante unos años en el ejército para tener un salario, mientras empezaba a escribir cuentos y poemas. Posteriormente, se trasladó a Baltimore, donde se alojó temporariamente en la casa de su tía Maria Clemm, que vivía con su hija Virginia, de 7 años.

En la misma casa vivían William Henry y Rosalie, dos hermanos de Edgar que en la diáspora familiar habían sido adoptados por la señora Clemm. La presencia de sus hermanos afectó profundamente su espíritu, ya que William Henry era alcohólico y estaba muriendo de tuberculosis, mientras que su hermana tenía cierto retardo mental. Los espectros de esa familia devastada lo perseguirían por el resto de su vida.

La falta de dinero seguía asfixiándolo, y para paliar esta situación, logró ingresar a la Academia Militar de West Point, gracias a las influencias de su padre adoptivo. Sólo la desesperación para eludir la pobreza puede explicar la decisión de ingresar a la milicia. Su espíritu era lo más lejano a esa vida rígida y estructurada. Pronto mostró una negligencia de tal magnitud que las autoridades del instituto terminaron haciéndole una corte marcial expulsándolo de la Academia.

Después, Poe consiguió trabajos menores en editoriales y publicó con poco éxito sus primeros cuentos y poemas. Se unió a la familia Clemm y todos vivieron en una humilde pensión a expensas de magro salario de Poe. Por entonces, contrajo matrimonio con Virginia; él tenía 27 años, ella, 13. Entre quienes estudiaron su vida existe controversia sobre las características de ese matrimonio. Se especula sobre su consumación o si el escritor se casó para tener proximidad con su tía en busca de la madre que nunca tuvo, pero es evidente que amaba a Virginia, porque así lo manifiestan las cartas que le escribía.


                                              Virginia Clemm Poe

Poe se trasladaba de una ciudad a otra, sea en búsqueda de nuevos horizontes laborales o huyendo de acreedores y locatarios. La familia se desplazó a Nueva York y luego a Filadelfia, lugares donde Poe consiguió trabajos fugaces en varias editoriales y logró publicar su primera colección de historias cortas: Cuentos de lo Grotesco y lo Arabesco. En 1841, formó parte del comité editorial del Graham’s Magazine, donde publicó Los crímenes de la calle Morgue y, más tarde, La máscara de la muerte roja y La caída de la Casa Usher, todos llevados al cine con el inolvidable Vincent Price como protagonista.


         Vincent Price con el cuervo del famoso poema The Raven

Fue un brevísimo período de cierta felicidad y bienestar económico que se interrumpió cuando su esposa tuvo un accidente vascular del cual nunca se recuperó. Poe cayó en profundos pozos depresivos y en el abuso del alcohol, lo que no impidió que produjera varios de sus mejores cuentos como El pozo y el péndulo, El gato negro y El tonel de amontillado.

En 1847, Virginia fallece, pero Poe logró superar el golpe gracias al intercambio de poemas y cartas con la viuda Sarah Helen Whitman, lo que generó una profunda amistad que se transformó en amor. Al principio, los padres de Sarah opusieron una feroz resistencia a que se casara con ese escritor de dudosa reputación y sin un cobre. Poe intentó suicidarse con láudano, pero en una cantidad que sólo lo enfermó gravemente sin llegar a matarlo. Una vez recuperado, insistió con Sarah, juró abandonar el alcohol y reformarse. Finalmente, su persistencia triunfó y se fijó fecha para la boda, pero el fuerte componente autodestructivo de Poe lo condujo a una noche de juerga con un amigo y poco después se presentó totalmente ebrio en la casa de su prometida. El proyecto matrimonial murió en ese instante y ya era evidente que estaba en un pozo sin salida, llevando una vida de total desorden.

Entró en períodos de síndrome de abstinencia que le producían alucinaciones y delirios. El deterioro de su organismo y de su mente comenzó a precipitarse rápidamente. Finalmente, en una de las hospitalizaciones, expiró después de gritar “Dios ayude a mi pobre alma”. Era el 7 de octubre de 1849, y Poe sólo tenía 40 años.

La obra de Edgar Allan Poe no pasará nunca de moda porque es atemporal. Sus relatos fantásticos y sin relación con el mundo verdadero marcaron a futuras generaciones de escritores e influenciaron en Europa a la flor y nata de la literatura como Baudelaire, Mallarmé, Verlaine y Rimbaud.

Poe sigue vivo. Su fantasma incansable merodea por los barrios pobres de Richmond, husmea bodegones en Filadelfia, espía los lupanares del Bronx y curiosea los conventillos de Baltimore. Nadie puede escapar a la fascinación terrible de sus relatos, porque Poe es inmortal.

Bibliografía
• Edgar Allan Poe Biography. Bio True Story, 2010. Disponible en:
http://www.biography.com/articles/Edgar-Allan-Poe-9443160
• Encyclopaedia Britannica. Edgar Allan Poe. 540-42. Encyclopaedia Britannica Inc,
Chicago, 1995.
• Merriman CD. Edgard Allan Poe. The Literature Network, 2006. Disponible en:
http://www.online-literature.com/poe/
• Meyers J. Edgar Allan Poe: His Life and Legacy. New York, Cooper Square Press,
1992.
• Van Doren Stern P. The Portable Poe. The Viking Press, New York, 1972.
 “Se entregó solitario a su complejo

e Jorge Luis Borges.

viernes, 19 de agosto de 2016

NIETZSCHE, LOU ANDREAS SALOMÉ Y WAGNER: TRIÁNGULO DE PASIÓN Y LOCURA


Friedrich Nietzsche


                                  Friedrich Nietzsche (1844-1900)

Friedrich Nietzsche fue un pensador que ejerció enorme influencia en la filosofía, la religión y la moral del mundo moderno. Sus ideas y escritos impactaron profundamente sobre las generaciones siguientes de teólogos, filósofos, psicólogos, poetas, novelistas y dramaturgos de todo calibre.
Paladín del nihilismo, aplicó el término para describir la depreciación de los más altos ideales. Describió a la cristiandad como una religión nihilista porque evadía el desafío de encontrar sentido en la vida terrenal.

Lou Andreas Salomé



                       Lou Andreas Salomé (1861-1937)

Quienes conocieron a Lou Andreas Salomé la describen como alta, de ojos azules, muy luminosos, nariz perfecta, boca suave y cuerpo esbelto. Pese a esta imagen, Lou no era una gran belleza, pero ejercía fuerte atracción en los hombres por su personalidad y su bagaje cultural que le permitía abordar con comodidad cualquier tema. 

En los círculos intelectuales se decía que quien conocía a Lou Salomé, a los 9 meses traía un libro al mundo y en lo que respecta a Nietzsche, este vaticinio se cumplió al producir una de sus obras más famosas: “Así habló Zarathustra”.

Cuando Lou tenía veinte años conquistó el corazón de Nietzsche, una especie de atracción fatal porque Lou era una seductora asexuada que ni siquiera tuvo relaciones carnales con su esposo, el doctor Andreas. Nietzsche y Lou se conocieron a través del filósofo Paul Ree, ella era su eterna amiga y sintonizaba intelectualmente con él, pero físicamente lo rechazaba. Veinte años después Paul Ree se suicidó en el mismo lugar donde Lou Andreas Salomé le negó su amor.

Nietzsche estuvo a punto de correr la misma suerte, después que Lou le cerró las puertas de su corazón en varias oportunidades: Perdidas sus esperanzas pensó en el suicidio, pero afortunadamente sublimó la atracción por ella y escribió “Así habló Zarathustra”, que en 1896 inspiró a Richard Strauss para componer el poema sinfónico homónimo.

Mientras tanto, Lou se había asociado con Sigmund Freud y sin pasión y con indiferencia escribió ensayos con enfoque psicológico sobre su relación con Nietzsche.

Richard Wagner


                                            Richard Wagner (1813-1883)

Wagner y Nietzsche eran dos mentes unidas en su oposición al mundo racionalista y mezquino que lo domina todo. Pero Wagner nunca se sometió o se dejó influenciar por otros, simplemente porque se consideraba superior al resto de los mortales. En cambio Nietzsche fue discípulo apasionado de Wagner durante gran parte de su vida, es más, seguramente fue el discípulo más importante de y para Wagner.

Wagner era un genio musical quien convencidos de sus atributos consideraba que todos debían servirle y complacerle, prestarle dinero para pagar sus deudas perpetuas, sabiendo que nunca se los devolvería, e incluso haciendo la vista gorda cuando Wagner seducía a sus esposas. El caso más flagrante fue la relación entre el compositor y Cósima Listz quien estaba casada con Hans von Bulow, un brillante director de orquesta. Éste sabía de la relación y la aceptó sin la menor queja, le bastaba con poder dirigir las obras de Wagner a quien admiraba. Todos formaban parte de ese malsano cortejo que giraba alrededor del autor del Anillo del Nibelungo.

De la veneración al desprecio
Durante años, Nietsche encontró en Wagner al maestro absoluto y con ardor formó parte del selecto círculo wagneriano. Es probable que esta época de idilio con Wagner, fuera quizás la mejor etapa de la vida de Nietzsche. Wagner lo respetaba y admiraba, mientras que el filósofo sentía por el músico devoción ilimitada, como ante un ser que es superior al resto de los mortales.

Sin embargo, la relación comenzó a resquebrajarse lentamente. Los motivos siguen siendo tema de especulación entre los académicos: la vanidad y soberbia de Wagner, sus ideas antisemitas, que Nietzsche detestaba, o la hipócrita “conversión cristiana” de Wagner que el filósofo atribuyó a oportunismo con el poder de turno.

Son muy elocuentes dos notas de Nietzsche sobre Wagner, la primera en pleno idilio cuando se inauguró Bayruth, el templo musical que Wagner erigió a expensas de las arcas del rey Ludwig de Bavaria, otro de sus admiradores incondicionales. En esa carta decía:
“¿Dónde podemos hallar algo de grandeza comparable en otro artista? El Anillo de los Nibelungos contiene la música más elevadamente moral que yo conozca. En tales momentos Wagner alcanza la culminación divina de la realización y uno llega a imaginar que allí resplandecen los picos nevados de los Alpes”. La nota escrita en 1876 es extensa y mantiene ese tenor de elogio y admiración que Nietzsche profesaba hacia Wagner.

Doce años más tarde su opinión sobre el compositor había cambiado radicalmente y por entonces escribiría: “¿Puede afirmarse que Wagner es una persona o una enfermedad? Todo lo que toca se infecta: ha enfermado a la propia música. Su poder de seducción alcanza proporciones masivas; nubes de incienso envuelven su cabeza y los errores acerca de su persona se convierten en el evangelio.” El resto de la nota que también es extensa mantiene el tono lapidario y descalificador hacia su ex ídolo.

Ocaso y locura
A partir de 1877, la salud física de Nietzsche comenzó a deteriorarse y tuvo que renunciar a su cargo de profesor en Basilea. Sufría de constantes cefaleas y dolores generalizados y perdió parte de la visión. Sus amigos a través de las cartas que recibían empezaron a considerar seriamente que Nietzsche estaba perdiendo la razón. 

Algunos párrafos por su extravagancia son demostrativos de principios de delirio:
Carta al escritor sueco Strindberg: "He convocado una reunión de príncipes en Roma, quiero hacer fusilar al joven Kaiser…."
Carta a su amigo Gast: "Debes saber que necesito para mi lucha todo el gran capital judío".

Carta a su amigo Brades: "Necesito traducir este texto a las principales lenguas de Europa. Necesitaría un millón de ejemplares en la primera tirada de cada lengua. Como se trata de un golpe destinado a aniquilar al cristianismo, creo que la única potencia internacional que tiene también interés en hacerlo son los judíos.”

Además del contenido absurdo de la esquela, se destaca que “un millón de ejemplares en cada lengua”, cuando sus obras se editaban con suerte en número de 1000 ejemplares, son señales claras de desvarío. Por esos tiempos escribió “El Anticristo” y recrudecieron sus ataques a Wagner en “Nietzsche contra Wagner”.

Sobre la causa de su demencia existe controversia y se barajaron 3 posibles factores: sífilis, tumor cerebral y toxicidad por medicamentos que Nietzsche ingería por sus dolencias.

En 1889 se desplomó en las calles de Turín y a partir de entonces perdió totalmente el control de sus facultades mentales siendo alojado en asilos y bajo el cuidado de su hermana.

La que en un tiempo fue una mente brillante se apagó definitivamente el 25 de agosto de 1900.



viernes, 12 de agosto de 2016

SAN MARTÍN GOBERNADOR DE CUYO

Se acerca el 17 de agosto, el aniversario de la muerte de San Martín. Me parece bueno honrarlo con un aspecto de su vida poco conocido y que fue su desempeño como gobernador de Cuyo.

Un período olvidado de la historia
Fue muy escasa la información escolar que recibimos sobre esta etapa de San Martín, ya que siempre se lo destacó esencialmente como militar y como estratega. Sin embargo, demostró una capacidad como político y como administrador del gobierno, que pocos llegaron a alcanzar en la historia argentina.

Esta falta de datos sobre San Martín como gobernador no es casual. Durante ese período sufrió la tenaz oposición de Bernardino Rivadavia y luego de Carlos María de Alvear, a quienes les importaba más combatir a Gervasio Artigas y los levantamientos contra la hegemonía de Buenos Aires por parte de los caudillos, que la independencia de las Provincias del Sur. Además, basados en la experiencia de Napoleón que después de sus triunfos se consagró Emperador, temieron que San Martín hiciera lo mismo. No valoraron ni comprendieron la grandeza del Libertador. Los historiadores unitarios que dominaron el relato de nuestra historia, minimizaron ese período para no opacar la imagen de Rivadavia y de Alvear.

Gobernador de Cuyo y organizador del Ejército de los Andes
En 1814 San Martín llegó a Mendoza para asumir la gobernación de Cuyo, recientemente creada por el Segundo Triunvirato que la separó de la intendencia de Córdoba. Por entonces, Cuyo abarcaba a las actuales provincias de San Juan, San Luis y Mendoza, con sede en esta última.

En un período de poco más de dos años cambió sustancialmente la situación socioeconómica de Cuyo, mientras que al mismo tiempo se ocupó de organizar prácticamente de la nada el ejército de los Andes. Una verdadera hazaña si se tiene en cuenta que hubo períodos en que la dirigencia de Buenos Aires hizo todo lo posible para desacreditarlo y sacarlo del cargo. 

Un obstáculo adicional fue la reconquista del territorio chileno por fuerzas españolas provenientes del Perú, que con la derrota de Rancagua, consolidaron el dominio hispánico en Chile transformándose en una potencial amenaza para Cuyo.

La derrota de Rancagua convenció a San Martín de que era necesario eliminar el foco español en Perú, pero primero tenía que derrotarlos en Chile. A partir de entonces comenzó a pergeñar la idea de formar un ejército que debía cruzar los Andes y derrotar al enemigo en el territorio vecino. Existe la hipótesis de que San Martín conocía esta estrategia elaborada por el general escocés Thomas Maitland.

 Lo primero que hizo fue brindarle ayuda a los cientos de refugiados que habían participado en la batalla de Rancagua y venían huyendo a través de la cordillera abandonando todas sus pertenencias. Entre ellos se encontraban dos altos oficiales José Miguel Carrera y Bernardo O’Higgins, que debido a pasadas rencillas, se detestaban mutuamente sumergidos en una lucha por el poder. El primero comenzó a complotar contra San Martín, pero éste tomó la drástica decisión de rodear su campamento intimarle la rendición y enviarlo a Buenos Aires. A partir de entonces Carrera se uniría a Alvear para obstaculizar a San Martín. En forma opuesta O’Higgins se transformaría en uno de sus principales colaboradores.

Durante su gobierno, San Martín realizó las siguientes obras:
-Expropió las propiedades de los españoles prófugos y declaró de patrimonio público los bienes de los españoles muertos sin testar.
-Creó una fábrica de salitre y una de pólvora y un taller de confección de ropa para los soldados.
-Creó canales, desagües, caminos y postas y mejoró los ya existentes.
-Construyó el paseo de la Alameda y embelleció la ciudad.
-Impulsó planes de fomento agrícola.
-Fundó de la mano de Fray Luis Beltrán la metalurgia a nivel nacional, llegando a tener 700 operarios.
-Organizó y reglamentó el servicio de correos y de policía.
-Dictó la ley de protección al peón rural, adelantándose en 130 años a la ley homónima establecida por el primer gobierno peronista.
-Fomentó la salud y la educación para todos y fundó el primer colegio de educación secundaria de Mendoza, el de la Santísima Trinidad.
-Reglamentó el sistema carcelario.
-Prohibió los castigos corporales a los niños en las escuelas.
-Fe el primero en establecer la protección de un producto local: el vino cuyano.
-Estableció la vacunación obligatoria contra la viruela.
La política de San Martí le ganó el afecto de los auténticos patriotas y la resistencia de no pocos poderosos criollos y españoles a los que no les gustaba este excesivo intervencionismo estatal.

Las consecuencias de la derrota de Napoleón
En septiembre de 1815, luego de la derrota de Napoleón en Waterloo, las monarquías de Austria, Prusia y Rusia firmaron el pacto conocido como la “Santa Alianza”, cuyo punto central era asegurar la vuelta del absolutismo y combatir todo intento revolucionario, dentro y fuera de Europa. 

Fernando VII, mal llamado “el Deseado”, el más despreciable de los hombres, según el escritor español Benito Pérez Galdós, regresó a España después de la principesca prisión en la que se hallaba, mientras su pueblo se desangraba en la guerra contra los franceses. Apenas reinstalado en el trono eliminó a quienes habían luchado por su regreso, derogó la Constitución liberal proclamada por las Cortes y puso todo su empeño en formar una flota y un ejército para aplastar las revoluciones americanas. 

Alvear y su breve gobierno
En Buenos Aires, las noticias provocaron gran alarma y el Directorio a cargo de Posadas y del pusilánime Carlos María de Alvear tomaron la infame decisión de enviar a Manuel Belgrano, Bernardino Rivadavia y Manuel de Sarratea a la misión imposible de negociar en Europa la coronación de un príncipe para el Río de la Plata, en lo posible de la familia Borbón. Para darle un broche de oro a esta ignominia se incluía una audiencia en la corte de Madrid, para felicitar a Fernando VII por la recuperación del trono.

Alvear, reemplazó a su tío Posadas en el Directorio y estableció un gobierno dictatorial que no tendría mucho que envidiar al de Rosas, años más tarde. Sentía una profunda envidia por San Martín, juntos habían zarpado de Londres en el mismo barco, la fragata George Canning, pertenecían a la misma logia masónica y hay quienes sostienen que procedían del mismo padre. Ninguno de estos elementos los unió, Alvear era un oportunista inescrupuloso y no podía tolerar el crecimiento meteórico de San Martín, por lo que impulsó una reorganización militar en 3 ejércitos, uno de los cuales incluía a Cuyo y estaría bajo su mando.

San Martín, que no estaba dispuesto a convertirse en un subordinado de Alvear, solicitó 4 meses de licencia, y éste se la otorgó por tiempo indeterminado, enviando a Gregorio Perdriel en su reemplazo. La llegada del sustituto provocó un levantamiento popular en Mendoza y un Cabildo Abierto convocado de urgencia, exigió la destitución de Perdriel y la restauración de San Martín.


                        San Martín es vivado por el pueblo de Mendoza

Los días de Alvear estaban contados y recibió el golpe de gracia cuando las fuerzas de Ignacio Álvarez Thomas, destinadas a combatir contra Artigas, se sublevaron.
Ante tal difícil situación Alvear tuvo que renunciar y la Asamblea de 1813 fue disuelta.

Alvear fue sucedido por Antonio González Balcarce y éste a su vez por Juan Martín de Pueyrredon. Recién a partir de este momento, San Martín empezaría a recibir apoyo económico y material para formar el Ejército de los Andes, instalándose en Plumerillo. El armado de esta fuerza fue una tarea hercúlea donde el pueblo de Cuyo contribuyó con hombres y con medios en mucho mayor medida que la Provincia de Buenos Aires. 

Comenzaba la gloriosa gesta militar de San Martín.

Felipe Pigna. La voz del gran jefe. Vida y pensamiento de José de San Martín, Buenos Aires, Planeta, 2014, págs. 193-213.

Carlos Paez de la Torre. El plan que San Martín ejecutó en 1817 fue una enorme hazaña militar. La Gaceta 12/08/2016.


Rodolfo Terragno. Maitland y San Martín. Editorial Sudamericana, Buenos Aires.

viernes, 5 de agosto de 2016

NEOLIBERALISMO Y MEDIOS

El neoliberalismo
Ya a mediados del siglo XIX, cuando el capitalismo iniciaba su segunda revolución industrial, el poeta Charles Baudelaire señaló un anticipo del neoliberalismo al definir la modernidad como el reino, donde con un extraordinario poder de seducción, se lograba que las mercancías fueran el nuevo objeto de culto.

Actualmente, el neoliberalismo, la fase más nefasta del capitalismo, condujo la renta hacia una distribución regresiva a tal punto que un puñado de supermillonarios detenta casi la mitad de la riqueza sobre un total de siete mil millones de habitantes. Esta obscenidad de desigualdad de poder no tiene parangón en la historia de la humanidad. El resultado es que los ricos son pocos y poseen cada vez mayor riqueza y los pobre son cada vez más paupérrimos.

El dinero dejó de ser una herramienta productiva y se transformó en un elemento de especulación para producir más dinero. Ricardo Forster señala que: “En el neoliberalismo se rompen todos los vínculos de solidaridad entre las personas y se glorifica el individualismo y la servidumbre voluntaria”.

Los que traten de enfrentar este esquema son brutalmente castigados. Tenemos el ejemplo de Milagro Sala quien construyó a través de su obra, la Tupac Amaru, un pueblo modelo autogestionado por sus mismos habitantes con instalaciones deportivas, sanitarias y educativas, donde predominó la mentalidad solidaria y comunitaria. Cometió el atrevimiento de llevarlo a cabo en la provincia de Jujuy, inmersa en una sociedad feudal, machista y reaccionaria. Su gobernador, el corrupto dictador Gerardo Morales la puso presa junto con varios de sus colaboradores sin procesamiento ni causa justificada.

Lo que llamamos comúnmente neoliberalismo no es una mera doctrina económica, es en su conjunto, una constelación estratégica para la renovación del modo de producción capitalista en el mundo.

El Pacto Andino, el ALCA y otros acuerdos de integración subregional pierden su sentido original para dar paso a las zonas de libre comercio en las que imperan los afanes puramente mercantilistas de las burguesías y de las transnacionales que amplían sus mercados.

El neoliberalismo es el generador de dos lacras del sistema económico: los paraísos fiscales y los fondos buitres. Los primeros son territorios donde el inversor evade el pago de impuestos y goza del secreto bancario. Los segundos son fondos de inversión de alto riesgo, que, carentes de regulación alguna, se especializan en la adquisición de valores y activos devaluados y de bonos soberanos de Estados en dificultades económicas o al borde de la bancarrota. Compran deuda defaulteada a precio de saldo para más tarde, reclamar a los países emisores su valor pleno, más los intereses acumulados. Macri y su gabinete cumplen con ambas condiciones: tienen fortunas en paraísos fiscales y aceptaron incondicionalmente el pago a los fondos buitres.

Los medios
Para llevar a cabo un proyecto socioeconómico de corte neoliberal, es imprescindible aletargar y reestructurar la mente de los ciudadanos.

Una impresionante maquinaria comunicacional, una fábrica de sueños, de imágenes y de ficciones trabaja sin descanso para determinar nuestros hábitos y nuestras “necesidades” que, siendo una invención del mercado, acaban por convertirse en imprescindibles para nuestras vidas aunque la mayoría sean prescindibles. El nuevo sujeto es un individuo autorreferencial, ciego para lo exterior y víctima de una lógica narcisista y hedonista que privilegia un individualismo que se extiende a cada una de las esferas de la existencia.

Se hace creer a la población el mito que un gobierno de ricos tiene la ventaja de que no roba, justamente porque son ricos y que una vez rebalsado el vaso, el beneficio se derrama sobre el resto de la población. Estas dos concepciones jamás se cumplieron puesto que el rico es insaciable. Con ese relato el gobierno de Cambiemos logró con éxito inicial, la incorporación de un gabinete de CEOs de grandes empresas, varias de ellas extranjeras, que durante los primeros meses de su gestión actuaron como lobistas para las firmas a las cuales pertenecían.

Una de las tácticas de estos medios es la reiteración permanente de slogans. Muchos que votaron por Cambiemos lo hicieron convencidos de que el gobierno de los Kirchner era corrupto y no controlaba la inseguridad en la población. En siete meses de gestión, Macri y sus jueces adictos no pudieron probarle a la presidenta Cristina casos de corrupción, mientras que los delitos y secuestros aumentaron en lo que va de la gestión de Patricia Bullrich, la Ministra de Seguridad.

Son importantes los términos que utiliza la prensa neoliberal a saber: un gobierno con un estado fuerte que propugna el estado de bienestar en la población es denominado con el término plebeyo de “populista”.

Un periodista que defiende a ese gobierno lleva un rótulo acusador: periodista K o ultra K, mientras que los periodistas que defienden las políticas neoliberales son periodistas “independientes”. La realidad es que suelen ser mercenarios del sistema, como Leuco, Majul, Lanata, Joaquín Morales Solá y otros, que son recompensados con suculentos sueldos.

Los medios no emplean el término “neoliberalismo”, jamás se encontrará tal expresión en las páginas del diario La Nación, el adalid de estos regímenes exclusivistas, que últimamente respalda en forma impúdica los conceptos más regresivos de esta corriente económica.

Gran parte de la información que nos llega, especialmente del extranjero está regulada por Estados Unidos. Los medios de comunicación tradicionales en América Latina –muchos de los cuales han introducido sofisticados avances tecnológicos- dependen en alto grado de los servicios de las agencias de noticias, de las cadenas de televisión y radio de los países desarrollados. Lo que hacen, muchas veces, es reproducir de manera acrítica los despachos o servicios que reciben, con lo cual se da la paradoja de que miramos la realidad latinoamericana con el lente prestado de los países capitalistas más poderosos.

Los grandes medios, salvo excepciones, se han adherido al proyecto neoliberal, contribuyendo de manera decisiva a interiorizar en la población las “bondades” de la “economía social de mercado”.

Se asumió el criterio de que la labor del periodista es generar una mercancía, captar la atención del espectador de forma muy rápida y en competencia con otros medios que persiguen el mismo objetivo. Entonces se recurre a las malas artes: elegir lo anecdótico, descontextualizar, apelar a los sentimientos y afectos del espectador, convertir a los protagonistas de la noticia en víctimas o por el contrario en victimarios.

Gran parte de la información que se produce, se basa sobre lo que la gente ha dicho, declaraciones de un político o de un empresario. El formato moderno es lograr o aparentar que se está informando cuando en realidad son sólo opiniones. Ese es el mecanismo de seducción vanguardista que se está llevando a cabo.

La SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), es una institución gobernada por los dueños de los grandes medios y solo defiende a los monopolios mediáticos. Ver:  Breve historia de la SIP http://elmordazblog.blogspot.com.ar/search?q=SIP

Cuando un periodista da una opinión disfrazada de información en un medio de comunicación, está haciendo algo muy grave, porque la potencialidad del medio convierte esa opinión en algo veraz que no necesita ser contrastado. Rara vez se consultan fuentes solventes en las distintas áreas de la información, que podrían convalidar o descartar el valor de la noticia. En general se recurre a fuentes que están afectadas de alguna manera con la noticia y por lo tanto la información no es fiable.

Es de destacar los múltiples lazos que unen a los medios con los grupos bancarios, financieros, comerciales, industriales, agrarios y con el propio Estado cuando éste es de corte neoliberal. Estos lazos vienen dados, principalmente, por la publicidad que se convierte en el instrumento condicionante de la política informativa de los medios.

Ningún medio se financia con las ventas o suscripciones. En América Latina, los principales periódicos se financian en un 80% de la publicidad. Los espacios no comerciales como las noticias y las informaciones culturales constituyen mercancías sujetas a las leyes de la oferta y la demanda.
Los intereses económicos de las grandes empresas que operan en el marco de la libertad de comercio mundial, y dentro de ellas, las de la comunicación, tienen capacidad para condicionar las decisiones de quienes han sido elegidos democráticamente. Pueden en cuestión de días deteriorar o edulcorar la imagen de cualquier político. Pueden crear un estado de opinión pública favorable o desfavorable sobre un programa electoral, de igual modo y con la misma rapidez con la que pueden crear un estado de necesidad consumista en los ciudadanos.


Eduardo Tamayo G. Democracia, neoliberalismo y comunicación. Agencia Latinoamericana de Información. 19/02/1993. http://www.alainet.org/es/active/22336

Julio Vera Vila. Influencia educativa de los medios de comunicación en la sociedad neoliberal. http://revistas.usal.es/index.php/1130-3743/article/viewFile/2935/2972

Ricardo Forster. La servidumbre voluntaria. Página 12, 27/04/2016