miércoles, 18 de abril de 2012

REVIRTIENDO EL MENEMATO


Construir, es un proceso que insume esfuerzo y tiempo, destruir es un mecanismo rápido. Tomemos como ejemplo el World Trade Center de Nueva York con sus torres gemelas, su construcción insumió 8 años, pero bastaron 2 horas para que el atentado del 11 de septiembre del 2011 lo redujera a escombros.

Analicemos el proceso inverso durante la etapa del menemato, es decir empecemos por la destrucción. La rata destruyó las jubilaciones, Aerolíneas Argentinas y la empresa YPF, por nombrar las más relevantes. Las primeras pasaron a formar estructuras timberas llamadas AFJP, con retrasos en los pagos, sin aumento durante años y con el Estado socorriéndolas. Aerolíneas Argentinas, comprada por empresas españolas, fue totalmente devastada y en cuanto a YPF, su producción se estancó totalmente y de país auto abastecedor pasamos a importar hidrocarburos. Hay otros ejemplos de desmantelamiento del Estado, pero estos son los más importantes, porque ningún país se desprende de su línea de bandera y menos de su riqueza bajo tierra que es patrimonio de los argentinos.

                      General Enrique Mosconi. Jamás hubiera permitido el desguace de YPF

Sin embargo, el menemato lo hizo, con la pasividad de los partidos políticos, del Congreso y la indiferencia de la gran mayoría de los ciudadanos. Nos habían inculcado durante años que el Estado era un pésimo administrador.

Volver a reconstruir lo perdido fue y es una tarea hercúlea y costosa con el agravante del ataque permanente de los cipayos vernáculos y el monopolio mediático que se opusieron tenazmente a la jubilación estatal y a la recuperación de Aerolíneas Argentinas, negando los progresos logrados. En lugar de tener en cuenta que a todos los jubilados se les paga y se les aumentó 6 veces el sueldo, manifiestan que el Estado “hace caja” con el dinero del ANSES.

Aerolíneas multiplicó sus vuelos locales y al exterior y renovó totalmente su flota, pero la crítica neoliberal usa como argumento que da pérdidas. Ocultan cuidadosamente que parte de las pérdidas se deben al oneroso valor de la aeronafta que Repsol/YPF le vende a cara de perro a la aerolínea de bandera. Por otra parte, muchas compañías de aviación son subsidiadas por sus respectivos gobiernos y algunas incluso entran en bancarrota como sucedió con American Airlines empresa que la periodista de Clarín sacó como ejemplo. Cuarenta y ocho horas después, el ejemplo se había fundido.

Repsol, que durante el menemato recibió el paquete mayoritario de YPF, invirtió poco, extrajo menos y no exploró nada. Como resultado, en 2011 Argentina gastó mueve mil millones de dólares en importación de hidrocarburos para cubrir las crecientes necesidades del país en plena expansión.

En momentos en que el petróleo, energía no renovable, es vital y estratégico y ante el vertiginoso ascenso del valor del barril y la posibilidad de que suba mucho más si hay guerra con Irak, seguir con este status quo de una empresa inútil, era un comportamiento suicida.

Para España que recibía remesas multimillonarias de Repsol, su pérdida es una tragedia. Máxime en el estado desastroso en que se encuentran sus finanzas y que empeorarán teniendo en cuenta que necesitando ese país un timonel avezado, tiene un grumete inepto que se llama Rajoy. Hasta los arrecifes no paro, dice el patán alegremente.

                                                                    Mariano Rajoy

Mientras tanto, el monarca, fiel al decadente linaje que caracterizó a la casa real desde principios del Renacimiento, caza elefantes a la par que coquetea con la princesa Corina Wittgenstein, quién no hace honor a su antepasado el filósofo. Realmente quienes gobiernan España no ofrecen una imagen muy edificante. Y esto es independiente del gran respeto que tengo hacia el pueblo español.

Con reacción imperial creyendo que está en los tiempos de Carlos V, de la península ibérica llegaron, no en carabelas sino por vía satelital, reacciones insultantes y agresivas contra la presidenta Kirchner, pisoteando los principios más elementales de la diplomacia.

Pese a que los medios y políticos de España se comportaron como energúmenos, se comprende su reacción y tiene cierta lógica. Lo que no se puede asimilar es que periodistas de La Nación y Clarín estén abiertamente del lado de Repsol y contra los intereses de todos los argentinos.

A Clarín dejémoslo de lado porque abandonó su condición de periódico para transformarse en un espacio publicitario de Macri. Con respecto a La Nación, no debería sorprendernos, fue probritánica durante la primera mitad del siglo pasado y apoyó el golpe de Estado de Uriburu que derrocó a Yrigoyen, quién junto con el general Mosconi dieron origen a YPF. Más tarde, el diario recibió alborozado la política privatizadora del menemato y después veló por los intereses de los Estados Unidos.

Su corazoncito, siempre fiel a la Unión Jack, volvió a latir recientemente en defensa de los kelpers. Ahora, siguiendo su línea de conducta, es una abanderada incondicional de Repsol. Boudou ya pasó a un segundo plano, los comentarios sobre el vicepresidente se habían vuelto tediosos y repetidos y había que cambiar el frente de ataque. La edición del día martes semeja la de un diario español de derecha y las principales plumas de La Nación, con solemne gravedad y fervor cipayo se lanzaron a defender la petrolera.

Este cuadro dramático también tuvo su veta cómica y el que se encargó del número vivo fue Mauricio Macri, quién concentrado en el libreto para ser el principal oponente en 2015 manifestó en conferencia de prensa:  “Me fui a dormir muy preocupado como muchos argentinos. Me levanté a la madrugada y vi a mi hija Antonia indefensa, porque vamos a estar peor”. Trabado y lleno de furcios como suelen ser los discursos del jefe de la ciudad, aseguró que con él no pasarán estas cosas. La aparición de Macri para decir su sarta de sandeces generó una ola de rechazo de gente del gobierno y de la oposición.

Vale la pena terminar esta nota con el artículo 1º del nuevo proyecto de la ley de hidrocarburos : Declárese de interés público nacional y como objetivo prioritario de la República Argentina el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos, así como la explotación, industrialización, transporte, y comercialización de hidrocarburos, a fin de garantizar el desarrollo económico con equidad social, la creación de empleo, el incremento de la competitividad de los diversos sectores económicos, y el crecimiento equitativo y sustentable de las distintas provincias y regiones.

La presidenta Cristina con esta decisión privilegió la creación de empleo y el desarrollo regional por sobre el lucro de una empresa extranjera.

La presdienta Cristina en momento del anuncio de la participación dominate del estado en YPF

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