miércoles, 24 de agosto de 2011

DISQUISICIONES SOBRE LA BIBLIA




La Biblia es el conjunto de libros canónicos del judaísmo y del cristianismo, donde el Tanaj (los cristianos le llaman el Antiguo Testamento), relata la primitiva historia del pueblo judío. Comparada con las mitologías de la antigua Mesopotamia y más adelante con la civilización griega, posee características propias que la diferencian sustancialmente.
Estas características son: el monoteísmo, la ausencia de ídolos y cierto grado de veracidad histórica en varios de sus capítulos.
Los judíos son monoteístas, su dios Yahvé o Jeová es la única divinidad, por lo tanto, la religión se ve notablemente simplificada al no existir dioses secundarios o con distintos atributos como la fertilidad, la guerra, etc. Se trata de un aspecto que resultaba incomprensible para los sumerios, babilonios, egipcios y demás civilizaciones que compartían con los judíos el territorio de la Mesopotamia. Esa incomprensión, como todo lo que es diferente, generó fuerte rechazo, que muchas veces colaboró en el desencadenamiento de conflictos bélicos.
La ausencia de ídolos es otra singularidad del Tanaj. Yahvé sólo se comunicaba al hombre, nunca a la mujer, ya que a semejanza de otras religiones, la judía era fuertemente misógena, por medio de una voz del más allá que surgía detrás de nubes o de zarzas ardientes. Esta ausencia de ídolos era otro elemento que disgustaba a las otras civilizaciones, si invadían a los judíos no tenían imágenes que romper o llevar como trofeo durante los saqueos, costumbre que solía formar parte del folklore de los vencedores.
En cuanto a la veracidad histórica, el Tanaj forma parte de los escasos registros gráficos a donde acuden arqueólogos e historiadores para ubicar ciudades y episodios de hace cuatro mil años o más. Se comprobaron similitudes entre los relatos e informes de las tablillas sumerias y de los papiros egipcios con los del Tanaj.
Si nos atenemos a los aspectos sobrenaturales o divinos, la credibilidad se reduce a la fe del lector ya que no resisten el análisis científico. Como decía Borges, pertenecen al género de la literatura fantástica.
Un aspecto destacable del dios bíblico era su crueldad. Si lo tenemos que encasillar dentro de los trastornos psiquiátricos, podemos afirmar sin equivocarnos que se trata de una personalidad psicopática con marcado componente sádico. La expulsión del paraíso, el sacrifico de Isaac, la paciencia de Job, Sodoma y Gomorra, el diluvio, son todos ejemplos terribles de castigos individuales o colectivos. Sólo basta recordar que Moisés por haber dudado un instante de una orden divina, fue castigado con no poder ingresar a la tierra prometida. Tan luego él que durante 40 años condujo al pueblo hebreo a través del desierto liberándolo de la esclavitud egipcia y castigó severamente a quienes caían en la idolatría. Sin duda el dios bíblico era notable por su empeño en destruir a su propia criatura.
Entrando en el Nuevo Testamento, surge la figura de Jesús, los judíos no lo reconocieron ni prestaron atención a sus manifestaciones y siguieron hasta el presente, sin modificar un ápice su religión. Jesús es un personaje que de no haber sido por San Pablo (Saulo), hubiera quedado relegado a pocos párrafos de los informes que Herodes Antipa, el Tetrarca enviaba periódicamente a Roma.
“Apareció un individuo que decía ser hijo de dios y empezó a rodearse de seguidores que lo aclamaban y alteraban el orden público. Lo envié al procurador Pontius Pilatus quién lo hizo crucificar y con eso desbaraté al grupo”. Así rezaría la crónica sobre aquél acontecimiento totalmente insignificante dentro del Imperio Romano.
Por eso creo, que las agencias de publicidad y todo aquél que se dedica al rubro de la propaganda deberían tener a San Pablo como su santo patrono, porque en este aspecto en la historia de la humanidad a este personaje no hay con que darle.
Con San Pablo el cristianismo se volvió una religión idólatra, politeísta y antropomórfica y a partir de Constantino alrededor del año 300, se aferró al poder político del cual nunca más se separaría, en detrimento del conocimiento científico y de las libertades de los seres humanos.
   Goya, La procesión de flagelantes



1 comentario:

  1. Muy interesante análisis. Exacto lo que hubiera dicho el "Clarín" del imperio Romano sobre Jesús y su grupo de subversivos.

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